Astillado
A tibio y calmo, abriste tu cuerpo
que hoy danza en la nube oscura de la sombra
le diste forma, con el alma en la punta de los dedos
a su ciego fastidio, al tierno desastre.
Con escamas de cera,
saliste volando por el mar de su oxigeno,
y aunque fijos estaban en la noche los soles
profundo caíste, donde no había agua
a un Tártaro sordo
con el Hades vivo señalándote a Ícaro
Pero allá, calmo y tibio vaga solo,
y cuando tenga sueño el sueño del insomne,
abrirá sus ojos como si existieran las miradas
por encima del infierno yerto y claro,
al que te has ido
¡Anda! ¡Que el descuido sea precepto!
A tibio y calmo, abriste tu cuerpo
que hoy danza en la nube oscura de la sombra
le diste forma, con el alma en la punta de los dedos
a su ciego fastidio, al tierno desastre.
Con escamas de cera,
saliste volando por el mar de su oxigeno,
y aunque fijos estaban en la noche los soles
profundo caíste, donde no había agua
a un Tártaro sordo
con el Hades vivo señalándote a Ícaro
Pero allá, calmo y tibio vaga solo,
y cuando tenga sueño el sueño del insomne,
abrirá sus ojos como si existieran las miradas
por encima del infierno yerto y claro,
al que te has ido
¡Anda! ¡Que el descuido sea precepto!
Rosarito
(Despues de tantos meses, tantas discuciones con mi genio creador, pude, dentro de una concepcion muy chota del amor cortes, volver a escribir algo que tenia ganas de ser soneto y una vez mas no me salio)
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