martes, 9 de junio de 2009

Un camino recto

Supongamos por un instante que en Temperley deja de existir “El viejo correo”. En su defecto, tendríamos como opción, “El espejo” o “Finisterre”.
Pero, ¿Cómo olvidar esa foto seudo-trucada de C. Chaplin o la del viejo póster de Pulp fiction (dónde el desgaste del color de la impresión hace que Uma vaya envejeciendo tal como la viejita albina secuestrada por el malvado Squeletor, y que es salvada por He-man en la película)?. Ninguna de las dos opciones alternativas lograría las miradas ebrias que crecen por todos lados en el bar de Luís.

El viejo correo es el refugio donde lo popular se vive y es sanamente compartido. Difícilmente los machitos argentinos/floggers/rollingas entablen pleitos, o las chicas Jiponas/marxistas/rollingas discutan por los machitos argentinos/floggers/rollingas.

Los patovas son amigables, fácilmente corruptibles. La entrada (que pagás si sos varón) se transforma en cerveza. Y la noche, es como los noctámbulos que la habitan: se emborracha lentamente de Heineken y Quilmes (y después: los/las losers comen y los/las winners, se atragantan)

Masivamente, a la ahora del reaggeton, las estructuras caen. Las luces bajas rojizas generan ese tipo de sensación de que todo esta sucio y desordenado y al mismo tiempo de “¡pero si está todo bien!”.
Cabe destacar que antes de llegar a este punto de desinhibición, hay un agradable paseo por la historia del rock “Chavon”, del rock “Mega 98.3”/Adhad, más una poca de rock lisérgico y Los Ramones.
Evoquemos esta imagen: el alma rendida al goce porque entraste y escuchaste un verso y era: “ahí dónde dobla el viento y se cruzan los atajos”. Es que una vez ahí, sabes que va a sonar desde Pappo hasta Cielo razo, desde Redondos hasta La bersuit. Y que jamás meten la pata con un Soda stereo.
Quizás en apariencia, algunos crean que se pudre todo cuando empieza a sonar el aclamado y odiado “reaggeton”. Para mi -y unos cuantos más-, no es así. Porque la pista se llena, y cuando escuchas reaggeton en otro lado, en cualquier momento del día, ves a la gente se bailó todo (sobre todo las chicas) en el “Viejo”. Recordás y sonreís.

Así, por orden asociativo, el detestable neogénero adquiere una finalidad en tu vida. Le agarras cariño, tarareas las letras y las completás: “tu gatita, tu gatita…nanana…dinamita…nanan” . Al mismo tiempo, tu cabeza reproduce en imágenes el shorcito blanco de la morocha que te comiste o el piercing que se mordía sin parar el rubio que se la comió. (A la morocha).
Es la misma sensación que te agarra con la música que escuchaste en Bariloche (aunque no fui lo se).

Mas tarde, -no hay una explicación estable de por qué-, pero llega el momento en la noche en que ya no se pude hacer más nada y es menester partir.
El Viejo correo consiguió retenerte casi toda la noche. ¿Razones?. Variadas:
- Patovas y meseras macanudas;
- minitas ultra borrachas con top+arito en la panza que levantan el vaso de birra festejando todo lo que les pidas;
- buena música y
- mesas color ébano.

Pero igual, vienen las ganas de irte. No se sabe si es porque hace calor o no querés bailar, o en el peor de los casos, quebraste y/o precisas bajonear un paty en las vías, ahí por Petecos.
Y ya no es inescrutable el fin. Sabes que no fue una salida snob o top: no es un barco no es un avión, es un bar donde podes ser vos mismo y al mismo tiempo cuidarte de que no te toquen el culo.
El soundtrack no es Jazzuela si no “¿querías rock nena?”. Pero aún así, fuiste feliz.

Es domingo, y entiendo cada vez más por que me gusta tanto ir al Viejo: cuando salgo y camino hacia Lomas para volverme -medio viva o medio muerta- todavía conservo una sonrisa.

martes, 19 de mayo de 2009

Más ..

De cómo cae la censura

Cambio toda la lluvia
Por un segundo de tu voz,
Que marque el inicio y el final
de la ceremonia de entierro
de mi alegría mohosa.

No me sirve de nada que llueva,
Si el agua del llanto,
Cae sobre el cilantro seco
De mi sonrisa especiada.

Pero… ¡llego la palabra!
Y donaste el deseo de Decir,
salvaste mi aliento a pirata.

Ahora, no paro más a sufrir,
Voy por el cementerio, feliz.
Tu voz aplastó mi mesura,

todo lo que digo, Nace
Todo lo que hago, Crece

Me desenterraste del cuerpo
Ahora puedo como todos los muertos,
morir.

jueves, 14 de mayo de 2009

Sueños x 3

En la batalla de caseros
Todos usaban soquetes rojos
Un cura y Mostolena
Cierran los ojos
Tengo unas muñecas rubias
Antes que los dedos
Por favor señores
No forniquen con estas dos
Barbies “Haway”
Y no le digas poema
Al bostezo del vino
O al eructo de la cerveza

Auto convénceme
De que te toque el pelo
Hasta convertirme en rinoceronte

domingo, 10 de mayo de 2009

Estaban afuera

una noche, las manos se me fueron lejos
llovía y afuera como luciérnagas en huelga
no había nada más que luz
tal vez la dejé irse , yo no se
se cansaron de la sed y de la belleza
en la voz que grita y dice
Hace-me
y hace

todo lo contrario a lo que tocan:
estaban dormidas,
tenían signos dibujados
por eso se fueron
porque nadie les enseña como decir
y lo son todo
como un cuello de vainilla
que sangra jazmín y aborta una vida de coco
SE DEJA TREPAR POR TODAS LAS BOCAS
aunque se marchiten, dios las ama.

sábado, 9 de mayo de 2009

Brote de musas Nº 2

Perdida por la pérdida

Le perdí miedo al horror y a la muerte
Mi pulso es un pez muriéndose al sol
Y por cada segundo de piel,
Voy esmerilando mi destierro.

¿Qué voy a hacer con el pájaro
que trepa en el sin razón de mi vuelta?
¿Y con la mano que oprime toda lógica
Cuando tengo que cuidarme del fuego?

Creo que se fueron los murciélagos
Antes que la voz
Y lo que consume mi sangre hoy,
No es el miedo, no es terror

“si no una palabra tuya
que bastará para sanarme”

miércoles, 6 de mayo de 2009

CULO COSMICO

Paraiso pequeño

Siento en mi la presencia de la ausencia, porque me gusta llamarla.
Pelo papas perdida en los cromosomas turbios del silencio.
Culpable: la distancia de la sed.
Ambiciono que este trozo de sal sea un adelanto del quebrado mar que escapaba en el ritmo del llanto del No.
Ambiciono que no tengas agurios cuando yo tengo el no sueño y el No.
Cuando se hacen rojos los ríos que van por los cachetes de un gato mal alimentado, quiero que me digas que me amás y te cortes a pedacitos, como uno de esos que no nace nunca.

Un canto para vivir

-¿Y qué es todo este silencio?
-Shh, le estoy cantando a los dioses.
-Pero no hagas tanto ruido, vas a despertar a los poetas.
-Mirá que los poetas no inventaron la poesía
-Pero tienen alas de colores y saben mucho de Whisky.
(Rosetta tiene que dejar el alcohol)
-Cuando volás, ¿No escuchás ese barullo que hacen esos tipos que violan nenes?
-No, yo escucho a los dioses.
-Es que los poetas, en realidad, no saben nada de volar de colores con alas de Tanto silencio.
-Pero huelen a whisky.


(Dedicado a A.P que mete las manos en el gran culo cósmico y encuentra las estrellas todas)